En este artículo vamos a desmontar varios mitos en torno a la limpieza de las alfombras de lana y a ver cómo de sencilla es su limpieza y mantenimiento.
La preocupación por la limpieza de una alfombra no debería ser determinante a la hora de elegir una alfombra u otra, de la misma manera, que cuando vas a comprar un coche, no preguntas si los asientos se pueden limpiar o no; preguntamos por cosas más técnicas, como los CV, los frenos o los Airbag, que nos protegen.
O un traje de novia. ¿Te imaginas preguntando, si lo puedes limpiar? ¡Lo importante del traje de novia, no es el traje, es la novia!
Si el coche o el traje se mancha, simplemente lo limpiaremos.
Y el hecho de comprar una alfombra te tiene que llevar a disfrutar de una experiencia placentera, cómoda y de satisfacción, porque una alfombra es para hacer acogedor e íntimo un espacio frío e impersonal.
Una alfombra sirve para darle un toque “personalísimo” y diferente a tus ambientes.»
Mercedes, Alfombras Hispania
Lo primero que debes hacer tras comprar la alfombra
Cuando adquieres una alfombra de lana, es común que durante los primeros días suelte pelusilla.
Se recomienda aspirarla cada dos días hasta que desaparezca, lo cual es un proceso natural debido al corte del hilo o hebra.
Usar aspirador para la limpieza de la alfombra
Una vez superada esta fase inicial, es importante mantener un buen mantenimiento aspirando la alfombra un par de veces a la semana, dependiendo de su uso y exposición. No hay problema en aspirarla a diario si es necesario.
La aspiradora es la opción más cómoda para la limpieza del día a día de la alfombra.
Actualmente hay una gran gama de aspiradores en el mercado, tanto de uso manual, como robots que son perfectos para que tus alfombras estén con la máxima limpieza e higiene,
Nuestra recomendación es que uses el aspirador siempre con intensidad suave para limpiar tu alfombra; no es necesario ponerlo a la máxima potencia, para no apelmazar las fibras.
En general, con un par de veces por semana que pases el aspirador por tu alfombra sería suficiente, teniendo siempre en cuenta el uso que le des a la estancia donde esté la alfombra.
Mantenimiento de las alfombras
El sitio habitual de una alfombra es el suelo, y por el suelo, andamos y pisamos. Partiendo de esta premisa, la alfombra va a recoger la suciedad normal, ni más ni menos que la que solamos llevar a casa en nuestro día a día.
Si habitualmente, aspiramos, barremos y/o fregamos el suelo, pues lo mismo con nuestra alfombra, tanto si es sintética cómo si es de lana.
En caso de manchas, es importante actuar rápidamente para evitar que se extiendan. Podemos utilizar agua para tratar la mancha, evitando frotar y presionando suavemente sobre ella. Si la mancha es complicada, como pintura o esmalte, recomendamos no intentar limpiarla y llevarla a un profesional para evitar daños.
Nuestro consejo es llevar las alfombras a un centro especializado una vez al año para airearlas, evitar que la lana se apelmace y prolongar su vida útil. La calidad de la tintada garantiza que los colores permanezcan vivos y no destiñan.
Nuestras alfombras están diseñadas para durar casi toda una vida y formar parte integral de tu hogar, por lo que no es necesario guardarlas en verano.
4 mitos sobre la limpieza de alfombras de lana
Desde nuestra larga experiencia como fabricantes de alfombras, hemos estado trabajando durante muchos años con la limpieza del producto, y experimentando con innumerables piezas de todo tipo.
Trabajando con grandes y exclusivas piezas de lana 100% virgen, pero también con alfombras de adquisición común en cualquier establecimiento, hemos llegado a resultados que hasta a nosotros mismos nos han sorprendido.
En base a nuestra experiencia, os podemos desmentir 4 mitos sobre la limpieza y mantenimiento de las alfombras de lana:
1
«Las alfombras sintéticas son más fáciles de limpiar que las de lana«
¡FALSO!
2
«Las alfombras se ensucian con facilidad«
¡FALSO!
3
«Las alfombras de lana se limpian peor«
¡FALSO!
4
«Las alfombras de lana sueltan pelusa«
¡FALSO!
